El Poder de las Pequeñas Cosas: Una Conversación entre Chelsea y Alaia

¿Puede un detalle mínimo cambiar toda una experiencia de aprendizaje? Desde un río que se limpia mientras juegas hasta mejoras invisibles que permiten aprender sin conexión, este diálogo entre Chelsea y Alaia revela cómo los pequeños cambios en Fractal y Mesadoko están dejando huellas gigantes en estudiantes y escuelas.

Chelsea Mesa

8/10/20252 min read

El Poder de las Pequeñas Cosas: Una Conversación entre Chelsea y Alaia
Por Chelsea, Directora de Innovación en Mesa Education

Alaia: Donde yo crecí, cerca del río Ayurá, aprendí que las cosas pequeñas pueden cambiarlo todo. ¿Cuál es un pequeño cambio que has hecho en Fractal últimamente y que crees que podría tener un gran impacto?

Chelsea: Estamos trabajando para mejorar el acceso sin conexión. Pronto, si un usuario entra como invitado y pierde el internet, igual podrá seguir jugando con lo que ya haya descargado. No es algo vistoso, pero para escuelas con Wi-Fi inestable o niños que usan Fractal en casa, puede hacer toda la diferencia. Se trata de asegurar que el aprendizaje no dependa de una conexión perfecta. Mejoras silenciosas como esta suelen pasar desapercibidas, pero son importantes.

Alaia: En el bosque, hasta la flor más pequeña tiene una historia. ¿Cuál es un detalle en Fractal que puede parecer pequeño, pero que significa mucho para ti?

Chelsea: El río se va limpiando a medida que juegas. No es solo un efecto visual bonito, es retroalimentación. Muestra el progreso sin usar palabras ni números. Respeta el esfuerzo del jugador de una forma silenciosa e intuitiva. No te dice “buen trabajo”, pero te deja ver el impacto de tus acciones. Ese tipo de comunicación sutil es muy poderosa.

Alaia: En mi tierra, cada mañana trae algo nuevo que descubrir, como una flor que no estaba o una brisa diferente. ¿Qué es algo que aprendiste recientemente que te hizo parar y decir “wow”?

Chelsea: Me enteré de que algunos usuarios de Mesadoko vuelven a repasar vocabulario incluso cuando no tienen que hacerlo. Eso me dice que el flujo está funcionando. La experiencia se siente tan bien que quieren volver por su cuenta. Es fácil pasar por alto ese tipo de comportamiento en los datos, pero dice mucho.

Alaia: A veces el viento se vuelve loco y tengo que zigzaguear. Cuando un proyecto se pone difícil, ¿cómo haces para mantener la curiosidad en vez de quedarte estancada?

Chelsea: Trato de hacer mejores preguntas. En vez de correr a solucionar algo, hago una pausa y me pregunto: ¿Qué hay detrás de la fricción? ¿Es un problema técnico? ¿Del flujo del usuario? ¿O tal vez no es un problema que haya que resolver ahora mismo? Mantenerme curiosa significa resistir la urgencia de parchar y, en cambio, interesarme por lo que hay debajo. Es entender, no solo reaccionar.

Alaia: Parece que nunca dejas de aprender. ¿Cómo influye ese amor por el aprendizaje en la forma en que lideras a tu equipo o diseñas para niños?

Chelsea: Diseño partiendo de la idea de que la gente quiere entender las cosas. Niños, docentes, desarrolladores… la mayoría estamos dispuestos a participar si el proceso se siente claro y significativo. Por eso busco que las herramientas sean intuitivas, pero no simplonas. Y trato de compartir lo que estoy aprendiendo con el equipo. Eso hace que el proceso sea más colaborativo y menos vertical. Siempre estamos aprendiendo juntos.

Alaia: Última pregunta. ¿Cuál es una pequeña sensación o momento que esperas que cada niño se lleve después de usar Fractal, aunque solo lo use una vez?

Chelsea: Espero que piensen: “Eso estuvo chévere.” Si logramos sembrar un poquito de curiosidad o confianza, aunque sea en una cosa como ver el resultado de limpiar un río, ya es una victoria. No tiene que ser profundo. Solo tiene que impulsarlos un paso más.